Plauto nace en Sársina, en Umbría, a mediados del s. III a.C. Llega a Roma y gana algún dinero en actividades teatrales, no sabemos si como autor o como actor. Se mete en negocios y se arruina, viéndose obligado a realizar trabajos duros y propios de esclavo. Pero en los pocos ratos de ocio escribió comedias y alcanzó tal éxito que pudo dedicarse enteramente a esta profesión. Todo esto es un tanto novelesco. Fue un ciudadano libre pero pobre: un hombre del pueblo que supo llegar al pueblo como ningún otro autor dramático de Roma. Murió el año -184.
Fue tan grande el éxito de Plauto que, tras su muerte, empezaron a aparecer obras que falsamente se le atribuían. En el s. I a.C. circulaban ya 130 comedias con su nombre, 21 eran de Plauto. Estas son las que nos han llegado, aunque de una de ellas, Vidularia (Bolsa de viaje), sólo nos queda un fragmento. Las mas importantes:
- Amphitruo (Anfitrión): Júpiter, enamorado de Alcmena, esposa del rey Anfitrión, aprovecha que éste está en la guerra para tomar su apariencia y vivir con aquella. Al fin, Júpiter vuelve al Olimpo. Alcmena da a luz gemelos.
- Aulularia (Comedia de la olla): Euclión, viejo avaro, encuentra una olla llena de oro. Intenta ocultar el hallazgo a toda costa y sigue viviendo miserablemente. Por fin se la roban y casi pierde la razón. Pero la recupera por obra de un joven enamorado de su hija. Termina curándose y regalando el oro a su hija como dote.
- Miles gloriosus (El soldado fanfarrón): Un capitán fanfarrón, enamoradizo y vanidoso, compra a una joven que estaba enamorada de un joven ateniense y también al esclavo de dicho joven. Al final, mediante una trampa hábilmente urdida, el capitán queda en ridículo y los jóvenes amantes se marchan juntos.
- Captivi (Los cautivos): Hegión tiene dos hijos. Uno se lo roban los piratas de pequeño; el otro, ya mayor, cae prisionero de los etolios. Hegión compra dos jóvenes prisioneros, Filócrates y Tíndaro, amo y esclavo a su vez, y quiere canjear a su hijo por Filócrates. Pero Filócrates vuelve con el hijo de Hegión para rescatar a su esclavo. Así se descubre que Tíndaro, el esclavo fiel y sacrificado es el otro hijo de Hegión, el que le robaron los piratas cuando niño.
- Otros títulos de obras son: Bacchides (Las Báquides): dos hermanas gemelas dan lugar a hilarantes y escabrosas confusiones. Menaechmi (Los gemelos): argumento parecido al anterior. Pseudolus (El embustero): un joven está enamorado de una bella esclava de un alcahuete; éste la vende a un militar y espera que venga a recogerla. Pseudolo, esclavo del joven enamorado, se hace pasar por el mensajero del militar y se lleva a la muchacha para su amo.
Todas las obras de Plauto pertenecen al subgénero Fabula Palliata. No son creaciones originales, sino adaptaciones de obras griegas.
Tal y como están editadas, las comedias de Plauto constan de 5 actos precedidos generalmente de un prólogo. Los prólogos están destinados a contar el argumento de la comedia.
Los personajes y la trama de las comedias plautinas suelen centrarse en:
- enredos amorosos,
- padres que pierden a sus hijos pequeños y los recuperan de mayores,
- soldados fanfarrones que quedan siempre burlados;
- esclavos astutos,
- parásitos que adulan
- celestinas y alcahuetes,
A Plauto, por otra parte, le interesa por encima de todo hacer reír. Fue el autor más popular de todo el teatro latino. Posee un ingenio inagotable y un léxico popular riquísimo. Es un insuperable cincelador de palabras,
La fama de Plauto ha pervivido a través de los siglos. Diversas obras suyas han sido imitadas por los más grandes dramaturgos de occidente: Shakespeare (Comedy of errors); Molière (L’avare), Juan de la Cueva (El viejo enamorado), son algunos de los ejemplos de autores que han bebido en las fuentes plautinas.
Fragmento: El que se atormenta a sí mismo (Terencio)
CREMES: Soy hombre y no considero como ajena la preocupación de ningún hombre. Hazte cuenta que te doy un consejo o que me informo; para imitarte, si tienes razón, o para corregirte en el caso contrario.
MENEDEMO: Yo necesito proceder de esta manera; tú actúa como hayas de actuar.
CREMES: ¿Puede hombre alguno necesitar atormentarse a sí mismo?
MENEDEMO: Yo (lo necesito).
PUBLIUS TERENTIUS AFER
Pertenece a la generación siguiente a Plauto. Nació en Cartago hacia el 190 aC y llegó a Roma como esclavo de un senador. Después fue puesto en libertad y empezó a escribir. Murió a los 31 años después de un viaje de estudios por Grecia. Es posible que solo escribiera las 6 comedias que nos han llegado. Sus comedias son Fábulas Palliatas e imito a los mismos comediógrafos que Plauto.
Estas obras vienen precedidas de una didascalia y una perioca que no son de Terencio. Tienen un prólogo y cinco actos aunque, a diferencia de Plauto, los prólogos exponen una polémica literaria. Sus enemigos le acusaban de copiar a los griegos juntando dos obras en una, plagiar a autores latinos y no ser el autor de sus comedias. Terencio superó a Plauto en su habilidad para unir escenas y para dibujar psilógicamente a sus personajes. Su estilo es más culto que el de Plauto y el fin de sus comedias es moralizante. Su preocupación ética se puede resumir en la frase: “Soy hombre y nada de lo humano me es ajeno”.
Sus seis comedias son: “La andriana o muchacha de Andros”, “La suegra”, “El que se atormenta a sí mismo”, “El eunuco”, “Formion” y “Los hermanos”.
Fragmento: El africano. Acto II.
SINCERASTO: -(sin ver a Milfión) Esta visto y comprometido que los hombres y los dioses pasan a mil por hora del hombre que sirve a un amo como el mio. No existe en el todo el mundo un tipo más mentiroso y más vil, ni más cerdo y rastrero que mi amo.
Juro por los dioses que preferiría pasar toda la vida en una cantera o en un molino, arrastrando grilletes, que tener que ser esclavo del chulo ¿De qué está hecho un tipo así? ¿Cómo pueden estar todo el día maquinando para corromperlo todo? Dioses, salvadme! En su burdel puedes ver individuos de 830 todo tipo, como si hubiera llegado al infierno: soldados, libertos, ladrones o incluso fugitivos, apeleados, encadenados. Si tienen para pagar, sea quien sea, se admite a cualquiera.
MILFIÓN: - (aparte) Qué maravilla! (Con mucha ironía) Si su amo no lo ha hecho su heredero, poco le faltaría, pues parece, como habla, que está llorando a un muerto. Me encantaría hablar con él, pero es que estoy encantado también de oírle hablar así. Por lo que dice, parece un esclavo modelo, él que es más inútil que la misma inutilidad.
SINCERASTO: - Ahora me voy a Casa.
MILFIÓN: - Eh, Sincerasto.